Incontinencia Urinaria: qué es, tipos, síntomas y tratamiento

por Mar 9, 20210 Comentarios

Antes de empezar a hablar sobre la incontinencia urinaria me gustaría hacer inciso sobre la importancia de tener un suelo pélvico fuerte. El suelo pélvico, como su nombre indica, es un suelo formado por músculos y ligamentos encargados de soportar el peso de los órganos pélvicos (uretra y vejiga, vagina y útero; y recto). No solamente tiene la función de soportar su peso, sino también de dar continencia controlando los esfínteres para una correcta micción y defecación, sostener estos órganos en su posición correcta, una función sexual manteniendo el tono de la musculatura para una buena calidad de las relaciones sexuales y una función reproductiva.

Cuando alguno de los elementos que forman el suelo pélvico se lesionan y se dañan, dejan de funcionar correctamente y pueden provocar disfunciones como es el caso de la incontinencia urinaria.

En el blog de hoy hablaremos sobre la incontinencia urinaria, una de las disfunciones más habituales que puede sufrir nuestro suelo pélvico. Haremos un repaso sobre la anatomía y fisiología de la micción, de las principales causas de la incontinencia, de los tipos de incontinencia que existen y sus síntomas. Finalmente explicaremos los tratamientos que se utilizan actualmente para mejorar y tratar esta disfunción del suelo pélvico.

¿QUÉ ES LA INCONTINENCIA URINARIA?¿QUÉ ES LA INCONTINENCIA URINARIA?

La incontinencia urinaria (IU) es la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra, por muy leve que sea, aunque solo sean unas gotitas. La IU no es una enfermedad, es más bien una disfunción del sistema miccional, pero que puede llegar a ocasionar un problema social o higiénico a la persona que lo padece.
Es más frecuente en mujeres que hayan tenido uno o más embarazos, en la postmenopausea y en los deportes de alto impacto. No obstante la incontinencia urinaria también la pueden padecer los hombres. 
incontinencia urinaria

ANATOMÍA

Los órganos principales del sistema urinario son la vejiga y la uretra

La vejiga es un órgano de estructura mucosa, serosa y muscular. Presenta 3 orificios: 2 uréteres y la uretra. El principal músculo importante en la continencia urinaria es el detrusor, que se contrae o se relaja según la fase de micción. 

La uretra es totalmente muscular y controla los esfínteres interno y externo de la uretra. 

FISIOLOGÍA DE LA MICCIÓN

Lo normal es orinar cada 3 horas aproximadamente y respetar la noche. Si esto no ocurre, podemos pensar que existe algún tipo de incontinencia urinaria.

La micción tiene dos fases: la fase de llenado, en la que se produce el aumento del volumen de orina gracias a la relajación del músculo detrusor y el mantenimiento de la continencia gracias a la contracción del esfínter de la uretra. Y la fase miccional, en la que se produce la contracción del músculo detrusor y la relajación del esfínter de la uretra.

Para que haya una buena continencia no debe haber ni lesión muscular y fascial o ligamentosa (ya que son elementos de soporte y sujeción del suelo pélvico) y debe haber una correcta estática lumbo-pélvica y un buen funcionamiento y coordinación neurológicos. 

FACTORES DE RIESGO

Hay ciertos factores que predisponen a la población a padecer incontinencia urinaria. Son los siguientes:

  • Edad: las personas con más de 75 años tienen un 50% de probabilidad de padecer IU.
  • Obesidad: las personas con obesidad tienen más peso sobre su suelo pélvico favoreciendo la lesión de la musculatura y/o ligamentos que soportan los órganos del suelo pélvico entre ellos la vejiga. 
  • Antecedentes obstétricos: durante el embarazo es normal que haya incontinencia urinaria debido al peso del bebé que ejerce sobre la musculatura del suelo pélvico. En el postparto está IU suele mejorar. Hay estudios científicos que hablan de tener más predisposición a IU si ha habido epidural durante el parto. También es un factor de riesgo la histerectomía (intervención quirúrgica en la que se extrae el útero).
  • Depresión: la incontinencia urinaria está asociada a la depresión pero porque este tipo de disfunciones pueden llegar a provocar estados de depresión en las personas que la padecen.
  • Deportes de impacto: está demostrado que hay ciertos deportes de impacto como el baloncesto, el squash y el atletismo, que pueden debilitar la musculatura del suelo pélvico y por lo tanto producir incontinencia urinaria.
incontinencia urinaria

¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE INCONTINENCIA URINARIA Y SÍNTOMAS?

Existen tres tipos de incontinencia urinaria: incontinencia urinaria de esfuerzo, incontinencia urinaria de urgencia (muchas veces asociada a vejiga hiperactiva) e incontinencia urinaria mixta.

LA INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO (IUE)

Es la pérdida involuntaria de orina que ocurre durante un esfuerzo o ejercicio como por ejemplo toser, estornudar, coger peso o saltar. Los factores de riesgo son el sexo (mujeres), la genética, embarazo y parto, diabetes, obesidad, tabaquismo y algunos fármacos. La causa principal es el aumento de la presión abdominal, transmisiones de presiones inadecuadas y/o alteraciones anatómicas del suelo pélvico. Causando un debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico.

Durante el embarazo es normal que exista incontinencia urinaria de esfuerzo, se considera incontinencia fisiológica y no se trata a partir de la cuarentena si es que aún existen pérdidas.

LA INCONTINENCIA URINARIA DE URGENCIA (IUU)

Es la pérdida de orina precedida de una urgencia miccional. La causa principal es la vejiga hiperactiva. La vejiga hiperactiva es la urgencia urinaria acompañada o no de incontinencia, asociada a frecuencia (más de 8 micciones al día y nicturia, que es el aumento de la frecuencia de micción durante la noche). Este tipo de incontinencia puede restringir algunas actividades sociales, fatiga por sueño interrumpido, depresión y menos calidad de vida. 

A estos pacientes no les da tiempo a llegar al wc. El músculo detrusor se contrae en la fase de relajación produciendo muchas ganas de orinar y no se pueden aguantar. 

LA INCONTINENCIA URINARIA MIXTA

Es la pérdida involuntaria asociada con urgencia y también con esfuerzo. Es más común en mujeres mayores y postmenopausicas. En este tipo de incontinencia hay que ver cuál es el síntoma predominante y será el primero que trataremos. 

Estas son los tres principales tipos de incontinencia urinaria pero existen otros menos frecuentes pero no menos importantes:

  • Incontinencia por rebosamiento: se manifiesta en forma de goteo y está asociada a retención urinaria. Etiología relacionada con obstrucción o lesiones neurológicas.
  • Incontinencia continua: en ausencia de deseo miccional. Etiología relacionada con la lesión del esfínter interno vesical-uretral o neurológica. También ocurre durmiendo.
  • Síndrome de micción no coordinada: falta de coordinación entre la actividad del detrusor durante la micción y el suelo pélvico y el esfínter. Este tipo de incontinencia es muy normal en niños.

¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO DE LA INCONTINENCIA?

Antes de empezar a realizar un tratamiento de incontinencia urinaria es importante la realización de una valoración completa por parte de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Se realiza una valoración de la musculatura del suelo pélvico entre los cuales se valora la postura, la estabilización lumbopélvica, diafragma, abdomen y musculatura del suelo pélvico vía interna. También se pueden utilizar diferentes instrumentos como el biofeedback y el ecógrafo para una valoración completa. 

En una primera sesión de fisioterapia se realiza una entrevista completa en el que se recogen datos personales, datos uroginecológicos, obstétricos (embarazo y tipo de parto), antecedentes, medicación, motivo de consulta, síntomas y se rellenaron varios cuestionarios, entre ellos, el diario miccional, que es el cuestionario de la incontinencia urinaria y lo debe rellenar el paciente durante tres días y entregar a su fisioterapeuta. A partir de aquí el fisioterapeuta tiene información suficiente para poder marcar un objetivo de tratamiento y un tratamiento de fisioterapia eficaz para el tipo de incontinencia que el paciente presente. 

Al realizar la valoración de la incontinencia se realizan varios test para saber si el problema es muscular o ligamentoso. Si el problema es ligamentoso deberemos derivar al urólogo ya que a través de la fisioterapia no sería suficiente. En este caso el tratamiento es quirúrgico y consiste en colocar una malla interna que hace la función del ligamento lesionado. 

Existen una serie de síntomas en los que no podemos tratar a nivel de fisioterapia y se debe derivar directamente al urólogo y son los siguientes: dolor (una incontinencia no tiene porque provocar dolor), hematuria (sangre en orina), infecciones recurrentes, disfunción miccional, prolapso importante, fracaso de cirugía previa antiincontinencia, radioterapia pélvica previa, cirugía pélvica previa y sospecha de fístula (vejiga y vagina están en comunicación en un punto en concreto).
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TRATAMIENTO CONDUCTUAL

El paciente deberá empezar a realizar cambios en su estilo de vida, como pérdida de peso si es necesario y evitar el estreñimiento, ya que produce tener riesgo a que empeore un prolapso (descenso de uno de los órganos pélvicos). Podemos evitar el estreñimiento con cambios de la dieta añadiendo verduras, fibra y fruta y cambiando la forma de defecar adoptando una postura facilitadora de evacuación (de cuclillas, elevando rodillas, inclinando el tronco y espiración junto con empuje, para no aumentar la presión de la musculatura abdominal y del suelo pélvico).

El siguiente punto es la modificación de la actividad física, evitando deportes de alto impacto que favorecen la aparición de la incontinencia, evitar ejercicios de potenciación abdominal clásicos (abdominal conocida como crunch) y es recomendable la gimnasia hipopresiva (aspiración diafragmática en apnea espiratoria en diferentes posturas). A través de los hipopresivos fortalecemos el suelo pélvico a través de la activación de la musculatura profunda del abdomen. El objetivo principal es el aumento del tono abdominal, del suelo pélvico y normalizar las tensiones que puedan haber. Otras actividades físicas para mejorar la incontinencia urinaria son el pilates, el yoga y el tai-chi.

¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA?

Es muy importante que el paciente de incontinencia urinaria tome conciencia de su suelo pélvico y sepa contraerlo él solo. Este será el primer paso para un buen tratamiento de incontinencia urinaria. El fisioterapeuta puede enseñar al paciente a través de diferentes ejercicios a conseguir que tenga esta conciencia corporal de su suelo pélvico.

1. Ejercicios de suelo pélvico: fortalecen el tono del piso pélvico ayudando a mantener la posición correcta del cuello vesical, mejora su contracción durante el esfuerzo y mejora la eficacia de los reflejos entre el periné y el detrusor. El paciente aprende a contraer los músculos que cierran el esfínter (musculatura superficial del suelo pélvico) y los músculos que sujetan los órganos de la pelvis (musculatura profunda del suelo pélvico). Se ajustan al paciente a través de los tiempos de pausa y velocidad y duración de la contracción. Y normalmente se utiliza la fuerza submáxima para evitar la compensación con la musculatura superficial y accesoria.

2. Ejercicios isométricos: son ejercicios de estabilización lumbopélvica. Un ejemplo serían las famosas planchas pero hay que tener en cuenta que estas no se realizaran hasta que el paciente con incontinencia tengan un suelo pélvico que estabilice correctamente. Es importante que haya una progresión de los ejercicios. 

3.Entrenamiento con biofeedback: es un dispositivo electrónico que registra la actividad de la musculatura del suelo pélvico y la transforma en una señal visual o sonora. Informa al fisioterapeuta y al paciente si está activando su suelo pélvico y a qué intensidad. Este entrenamiento facilita el aprendizaje, posibilita la autovelacuación y el control del trabajo y también crea motivación al paciente.

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4.Electroestimulación: consiste mediante el uso de corriente eléctrica en activar la contracción de la musculatura pélvica. Es una rehabilitación pasiva, en la que la intensidad se adapta al paciente sin producir dolor. Hay contraindicaciones para esta terapia que son: tumor pélvico, infección, embarazo, lesiones de piel en áreas de aplicación, lesiones nerviosas periféricas recientes y marcapasos.

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5. Conos vaginales y bolas chinas: se consideran la última fase del entrenamiento del suelo pélvico. Precisan de una buena fuerza de la musculatura profunda. Son dispositivos intravaginales de diferentes pesos que su sensación de pérdida genera un reflejo en la contracción del suelo pélvico. Se realiza durante 15 minutos realizando actividades cotidianas y dos veces al día.

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CONCLUSIÓN

En el blog de hoy hemos visto la importancia de tener un suelo pélvico fuerte para poder prevenir o mejorar la disfunción de incontinencia urinaria. El suelo pélvico es el conjunto de ligamentos y musculatura que soportan y dan funcionalidad correcta a los órganos pélvicos. Si alguno de estos elementos está débil o se lesiona, hay muchas posibilidades de padecer una disfunción del suelo pélvico como es el caso de la incontinencia.

Existen varios tipos de incontinencia urinaria, siendo los más frecuentes la incontinencia urinaria de esfuerzo, relacionada con la pérdida de orina al realizar un esfuerzo físico, la incontinencia urinaria de urgencia, relacionada con la vejiga hiperactiva; y la incontinencia urinaria mixta, que es la mezcla entre las dos (urgencia y esfuerzo).

Antes de realizar un tratamiento de incontinencia, es recomendable realizarse una valoración completa del suelo pélvico con un fisioterapeuta especializado. Se valorará el tipo de incontinencia que presenta el paciente y así se puede saber si podemos tratar con fisioterapia del suelo pélvico o bien se debe derivar al urólogo.

Existen varios tipos de tratamiento de la incontinencia urinaria. El primer paso es realizar cambios del estilo de vida del paciente que puedan mejorar los síntomas, como la pérdida de peso o evitar el estreñimiento y realizar actividades físicas que no generen impacto en la zona abdominal y musculatura del suelo pélvico. A través del tratamiento de fisioterapia se pueden mejorar muchísimo las incontinencias urinarias, gracias al tratamiento de ejercicios hipopresivos, isométricos, ejercicios de suelo pélvico, biofeedback y electroestimulación y finalmente utilización de conos vaginales o bolas chinas.

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