Mi nombre es Joaquín, soy coreógrafo y bailarín profesional e instructor de pilates en Fisiomoviment. Practico pilates desde hace 7 años, yoga desde hace 4 años, y danza desde hace 10 años. A lo largo de este post trataré de analizar, desde mi práctica, cuáles son las principales diferencias entre el pilates y el yoga, exponiendo previamente sus metodologías y sus beneficios.
Me interesa hacer una aproximación desde mi experiencia en ambos métodos, un análisis desde la técnica pero también desde las sensaciones, desde la vivencia. En este texto (Yoga y Pilates diferencias) hablaré de cómo el yoga y el pilates trabajan sobre principios básicos comunes pero desde diferentes metodologías, y estos principios básicos podría decir que son: la respiración, la activación de la musculatura profunda, la estabilización de la columna, la movilidad articular, la elongación y el equilibrio.
Desde estos pilares que vertebran las dos metodologías, trataré de desgranar las diferencias entre yoga y pilates, pero también los puntos en común con el objetivo de crear un mapa objetivo sobre lo que es cada una. Desde una mirada personal, me interesa exponer lo que para mí es la esencia (es decir, lo esencial) de los objetivos del pilates y el yoga: la sanación del cuerpo y la mente.
Si te has preguntado alguna vez cuáles son las diferencias entre el pilates y el yoga y cuál te interesaría más practicar, ¡sigue leyendo!
BENEFICIOS DEL PILATES
Cuando empecé a practicar pilates me dijeron: el pilates es “ejercicio bien hecho“, actualmente yo lo traduzco a: practicar pilates es ser consciente del cuerpo, el movimiento y la respiración. Me parece importante comenzar hablando de esto porque, por supuesto, no es lo mismo practicar pilates en un gimnasio con un grupo de 15 personas que en un centro especializado cómo lo es Fisiomoviment.
La importancia del pilates es el CÓMO y desde qué lugar activas y movilizas tu cuerpo, más allá de QUÉ movimientos o posturas haces. Está claro que el método pilates tiene estipulados unos ejercicios específicos, pero si entiendes la esencia del pilates podrás aplicar lo aprendido en la práctica a tu cotidianidad.
En el método pilates hablamos continuamente de activar el suelo pélvico, el transverso abdominal, estabilizar las escápulas, la cervical y la caja torácica al neutro, al igual que la pelvis, etcétera. En resumen, hablamos de la activación de la musculatura más profunda: aquella que está más cerca de la articulación y que estabiliza.
Para mí, aquí se encuentran los grandes objetivos del pilates:
1) Moverse desde la musculatura profunda (o desde las profundidades del músculo)
2) Estabilizar, estabilizarte = estar equilibrado.
Estos dos grandes pilares vienen a decirnos que el cuerpo, cuanto más neutro y alineado se encuentre, menos tensión y dolor tendremos a nivel articular, porque, a fin de cuentas, nuestra gran lucha es contra la gravedad, esa fuerza que nos empuja hacia abajo.
Entonces podría decir que los beneficios del pilates son ganar movilidad articular, tonificación y elasticidad, y encontrar un equilibrio entre estos tres principios. También diría que además de estos beneficios, el pilates es sobre todo conexión con tu cuerpo y tu respiración, lo que para mí es igual a salud y bienestar.
BENEFICIOS DEL YOGA
Antes de continuar, me gustaría aclarar que existen varios estilos de yoga y yo voy sobre el estilo ashtanga mysore.
La práctica del yoga no solo trabaja sobre el cuerpo sino también sobre la mente y el Ser energético y espiritual. Es importante entender el yoga desde esta perspectiva, ya que la cultura occidental ha reducido el yoga al entrenamiento de un cuerpo escultural.
El yoga es mucho más antiguo que el pilates y tiene detrás toda una filosofía enraizada en tres principios de atención (Tristhana) que son: la respiración (pranayama), las posturas (asanas) y el punto de mira (drishti). Estos principios se encadenan por una gran base filosófica: El movimiento infinito y el flujo vital (vinyasa). Es decir, el yoga es pura transición y respiración entre una postura y otra.
En el yoga es de gran importancia trabajar la atención en el cuerpo para calmar la mente y encontrar un estado de purificación, podría decir que este es su principal objetivo. El yoga pretende sanar la mente y el espíritu a través de la práctica comprometida sobre el cuerpo, la materia, la carne. Se trata de transcender el cuerpo (y sus complejos) a través de la voluntad y esfuerzo físico. En este estado de purificación del yoga se contempla la práctica sobre el cuerpo, el sistema nervioso y el equilibrio mental.
Los grandes beneficios del yoga son fuerza, movilidad, flexibilidad y equilibrio, tanto a nivel físico como mental y espiritual (la mente y el alma también tienen músculos).
Me parece importante nombrar también que, al igual que en el pilates, la práctica del yoga ha de ser regular (diaria según el método tradicional), y que si se hace un entrenamiento regular se pueden evitar grandes lesiones, además de mantener el cuerpo-mente equilibrados.
Como decía al principio del post, tanto el yoga como el pilates comparten los mismos objetivos, aunque desde diferentes puntos de vista. Las dos metodologías fueron creadas para sanar el cuerpo y equilibrar la mente. En el siguiente apartado os hablaré de las principales diferencias entre el pilates y el yoga.
YOGA Y PILATES DIFERENCIAS PRINCIPALES
Para exponer las diferencias entre el pilates y el yoga, me parece importante tener en cuenta los creadores y los contextos culturales donde se desarrollaron cada método: el yoga nació en India de la mano de K. Pattabhi Jois, quien fue estudiante de hinduismo, budismo y de Sanskrit (lenguaje sagrado), y el pilates fue creado en Alemania por el atleta Joseph Pilates, el cual de joven padecía asma, raquitismo y fiebre reumática, desarrollando una musculatura débil que derivó en alteraciones posturales e imposibilidad de movimiento. Partiendo de estos orígenes y vivencias tan diferentes, analizaré las diferencias de estos dos métodos.
Sabemos que Occidente y Oriente tenían diferentes aproximaciones a la práctica del cuerpo, al igual que a la religión y a la ciencia. Actualmente diría que los límites y las fronteras se han diluido profundamente y, por lo general, tanto en Oriente como en Occidente la práctica del cuerpo es cada vez más neoliberal y capitalista, revirtiendo su propósito curativo/espiritual hacia una obsesión malsana y materialista por la perfección corporal, capitalizando el cuerpo a través de conceptos como la belleza.
A pesar de este entendimiento masivo, a mi manera de ver, se siguen encontrando espacios que priman la sanación por encima del entrenamiento superfluo, uno de estos espacios sería Fisiomoviment.
Partiendo de estas bases contextuales, diría que las principales diferencias del pilates y el yoga son que el pilates es un método biomecánico para conseguir una colocación neutra de la columna vertebral, y el yoga es una práctica de transformación física y mental que trabaja desde las fascias y la apertura de las articulaciones.
El pilates parte del estudio personalizado de las diferentes curvaturas de la columna (cervical, torácica y lumbar) y sus estructuras óseas (cabeza, caja torácica, escápulas y pelvis) para regularlas a la zona neutra. Su trabajo consiste en, como dije anteriormente, activar la musculatura profunda y desde ahí equilibrar el cuerpo. Los movimientos en pilates son de un recorrido reducido y la movilidad articular no es demasiado amplia, se le da más importancia a la activación del músculo ya que el pilates es, ante todo, un método de rehabilitación y prevención de lesiones. Me gustaría remarcar aquí que Joseph Pilates creó el método pilates a través de una larga reflexión existencial para poder superar sus enfermedades y limitaciones físicas.
El yoga, sin embargo, tiene una gran fe en la transformación del cuerpo-mente, y es por esto que sus movimientos llevan al límite la movilidad articular, con el objetivo de abrir las articulaciones desde las fascias y los canales linfáticos. El yoga, al igual que el pilates contemporáneo, también tiene niveles y para avanzar es necesario tener una buena práctica de las primeras posturas, cada postura está pensada para preparar el cuerpo para la siguiente, por lo tanto el yoga posee una profunda reflexión del orden de las posturas y su relación con la fisiología. En yoga cada postura está pensada para estimular un órgano, la circulación y los tejidos.
UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE EL YOGA Y EL PILATES ES LA RESPIRACIÓN.
En pilates se inhala por la nariz y se exhala por la boca, el objetivo de la inhalación es respirar con la caja torácica, expandiendo la región dorsal superior (costillas traseras) y los costados, el objetivo de la exhalación es activar la musculatura abdominal profunda (oblicuos, transverso) exhalando con los labios en forma de “S” y con una leve presión. La respiración en yoga es toda nasal, y se suele llamar Ujjayi pranayama o respiración de fuego, ya que es una respiración fuerte de garganta que crea sonido y aligera la circulación de oxígeno. Tanto en pilates como en yoga, la respiración es uno de los principios básicos cruciales y las personas practicantes solemos darnos cuenta tarde, ya que, como sugería antes, en nuestro ritmo de vida actual y prioridades se hace extraño pararnos a escuchar nuestra propia respiración.
OTRA DIFERENCIA ENTRE EL PILATES Y EL YOGA QUE ME GUSTARÍA NOMBRAR ES LA UTILIZACIÓN DE MÁQUINAS.
En Fisiomoviment trabajamos pilates con máquinas, sobre todo, para ayudar a los alumnos a la colocación y estabilización, pero también para intensificar el ejercicio. Como bien dice el nombre de una de ellas, el reformer es una especie de camilla de cadena cerrada organizada para que la persona estabilice mejor. En yoga el principal trabajo es con el cuerpo a solas, aunque se dispone de materiales asistentes para ayudar en ciertas posturas, pero que con el tiempo se han de retirar. En relación a esta reflexión, se pueden encontrar pros y contras en el trabajo con máquinas, es cierto que hay personas que una vez prueban el reformer, por ejemplo, no quieren probar otra cosa, yo les diría que las máquinas son para acompañar al cuerpo, para ayudar, pero que el objetivo del pilates, al igual que el yoga, es siempre hacerte sentirte seguro e independiente con tu propio cuerpo.
Por último, en yoga es de gran importancia la última postura, Śavāsana, que es una postura de relajación donde no te puedes mover, mi maestra de yoga suele decir que Śavāsana es la postura más difícil por la poca paciencia e hiperactividad que nos configura como personas en estos tiempos, y yo creo que tiene razón. En esta postura final es muy importante el reposo después de toda la práctica, es, al fin y al cabo, un estado de meditación y pura escucha. Este elemento es algo que, a mi parecer, en pilates no lo tenemos tan cuenta, es cierto que durante la práctica del pilates, y según la instructora, puedes llegar a un estado de concentración, pero quizás estaría bien incluir una última postura donde la relajación física y mental sea el único objetivo.
DIFERENCIAS ENTRE YOGA Y PILATES. ¿CUÁL TE CONVIENE MÁS?
En este último apartado intentaré aclararos qué metodología te conviene más practicar. He de decir que las necesidades de uno van cambiando y dependen de muchos factores: económicos, temporales, físicos, etcétera. Creo que la principal tarea sería analizar tus objetivos y necesidades y después, partiendo de toda la información que he dado, llamar a estudios especializados en pilates y yoga pedir asesoramiento. A este respecto aconsejaría elegir bien porque, como en todos los oficios, suele haber malos profesionales, buenos profesionales y excelentes profesionales.
Para analizar qué método te conviene más practicar en el momento presente te diría, primero, que si tienes dolor, lesiones u operaciones recientes, sin duda comiences practicando pilates con máquinas. También es necesario saber que las sesiones de pilates son de 55 minutos y las de yoga suelen durar entre 1h o 1h30, dependiendo de tu práctica. El pilates tiene mucha más oferta en cuanto a franja horaria y el yoga se suele practicar por la mañana o por la tarde/noche, aunque esto realmente depende del estilo de yoga y del centro.
A modo de síntesis de este apartado, mi consejo es que la mejor elección pasa por la propia experiencia, por lo que os animaría a probar ambos métodos para saber cuál te funcionaría mejor. Al igual que las terapias, creo que la clave es encontrar la práctica que más se acerque a tus necesidades, pero ¡ojo!, es profundamente importante que tengas en cuenta que para conocer un método y ver resultados hace falta tiempo y paciencia. No existe la magia en relación con el entrenamiento y transformación del cuerpo, todo es perseverancia y constancia, y mucho amor.
Y hasta aquí el post de hoy, espero haberos aclarado cuáles son las diferentes entre estas dos apasionantes metodologías y que tanto nos pueden aportar, el yoga y el pilates.